Catálogo De la palabra a la mano, Centro Cultural de España, México, 2003

De la palabra a la mano.

                  

De la palabra a la mano es una de las primeras actividades con las que el Centro Cultural de España en México explora las múltiples vías de ida y vuelta entre ambos países, con el fin de constituirse en un espacio común al servicio de la creación y la difusión cultural. Se trata de promover intercambios de experiencias estimulantes que, en este caso, apuntan a no reforzar las tradicionales distinciones entre "alta cultura" y "cultura popular", entre arte y artesanía, entre autoría y anonimato. El objetivo es el fomento a la artesanía y al arte joven, así como a la conexión entre disciplinas que, a pesar de su indudable proximidad, suelen mantenerse distanciadas.

Esta exposición es producto del encuentro fructífero entre distintos modos de trabajar y entre diversas aproximaciones a la elaboración de objetos. Perla Krauze (Ciudad de México, 1953) y David Israel (Zaragoza, 1973) han coincidido en colaborar con artesanos mexicanos para dar lugar a esculturas cuya poética parte de su presencia física y de los diálogos que establecen con el espacio. En la manufactura de estas obras han participado muchas manos, en un proceso de traducciones a partir de ideas que se expresan verbalmente, a veces acompañadas por bocetos.

Se han establecido diálogos entre obras en función de los materials utilizados: cobre martillado y plomo, resina, barro negro y aluminio, vidrio soplado, azúcar y chocolate. Perla y David han buscado, por interés en los materiales, a los artesanos Virginia Morales, Carlomagno Pedro Martínez, Juan Manuel Ramírez, álvaro Acevedo, Enrique Hernández y Julio Salinas. Ideas específicas se han encontrado así con la experiencia surgida de las propias manos y de tradiciones heredadas. El resultado son objetos que funden ambas aportaciones, que se desarrollan conforme se les va haciendo, que se distancian más o menos del punto de partida. Podemos hablar con justicia de co-autoría y casi siempre de sorpresa. Al final, los materiales se encuentran ahí, posibles gracias a la manufactura y contundentes a pesar de la sutileza.

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